jueves, 16 de abril de 2009

El Ahorro Nacional

Ahorrar es gastar algo en cantidad menor de la ordinaria o prevista, habitualmente reservándolo para el futuro, en términos contables, la diferencia entre los ingresos disponibles y el consumo efectuado. El ahorro puede ser público y privado, atendiendo a las partidas y agentes ahorradores, el ahorro público lo realiza el Estado y el privado las familias, empresas, el ciudadano corriente y currante como usted, y como yo, y el lechero de la esquina. El ahorro nacional es el ahorro total de un Estado, la suma del ahorro público y privado.


En la medida en que la gente está dispuesta a ahorrar, privándose de consumir en el presente y esperando para realizar un consumo futuro, podrá el grupo social dedicar recursos a una nueva formación de capital. Y en la medida en que la gente se desentienda del futuro, podrán en cualquier momento, “desahorrar”, disfrutando de los placeres presentes a expensas del futuro. Esta es la concepción clásica del ahorro, sin embargo en la moderna economía monetarista, a veces ocurre que, cuanto más intenta ahorrar la gente y el Estado, se producen menos bienes de capital: y que paradójicamente, cuanto más gasta la gente en el consumo, mayor es el estímulo sentido por los empresarios para construir nuevas fábricas, equipos, nuevas inversiones etc.


Charles Dickens (en su obra David Copperfield) dejó escrita para la posteridad la famosa ecuación de la completa felicidad, la ecuación de Wilkins Micawber: Renta: 20 libras al año; gastos: 19 libras, 19 chelines y seis peniques= FELICIDAD .
Gasto: 20 libras y seis peniques= MISERIA.


Parece claro que debido al elevado precio del petróleo y de la energía en general, un fantasma del siglo XXI recorre los países no autosuficientes en medios energéticos, cual quinto jinete del Apocalipsis, amenazando con paro, inestabilidad, y miseria a muchísimas sociedades consideradas opulentas hasta hace bien poco tiempo. Por ello que el ahorro energético es preocupación de primer nivel para los gobernantes responsables de la mayoría de dichos países. En el caso de España nuestro ministro de Industria Turismo y Comercio, Miguel Sebastián se ha propuesto reducir el consumo energético en un modesto diez por ciento, destacando por ejemplo el cambio de hábitos en el hogar que permitirá ahorrar hasta un veinte por ciento en electricidad (luz), parece ser según sus ultimas declaraciones, que el cambio de hábitos en general será el caballo de batalla de su programa ahorrador.


El señor Sebastián, además de gran innovador, es un economista de primer nivel, lo demostró cuando dirigía el centro de estudios del BBVA, político zapaterista de ultima hornada, amigo personal de ZP, responsable del sublime saber económico de nuestro amado presidente, nuevo sabio oficial en temas de economía monclovita, donde parecen que están preparando la próxima jubilación del solvente Solbes, al parecer no suficiente recuperado del accidente ocular, lo que le ha llevado a aumentar el número de dioptrías para la visión macroeconómica del país y cada vez requiere utilizar gafas de mayor graduación.


Amparándose en el ahorro energético, Sebastián introduce una innovación revolucionaria, la eliminación de la inocente corbata, del vestuario habitual de los señores diputados, “No me la pongo hasta Octubre” ha afirmado el ministro eligiendo la corbata como remedio para los males del aire acondicionado, para los males de consumo se entiende, pues los enfriamientos de garganta pueden estar a la orden del día. Además una nota oficial aconseja a los trabajadores del Ministerio de Industria que reduzcan el uso de la corbata. En un acto informativo reciente en el que presentó su programa de ahorro de energía, medidas revolucionarias e innovadoras todas ellas, como apagar las luces, subir la temperatura del termostato del aire acondicionado, utilizar aparatos de bajo consumo etc. Los funcionarios del Ministerio que le acompañaban y el mismo Sebastián iban descorbatados, por cierto el ministro apenas pudo hablar debido a una infección de garganta evidente.


Pero tras la medida de Sebastián, como en la mayoría de medidas zapateriles, siempre hay un objetivo no visible, en este caso la corbata como símbolo fálico y machista molesta a las feministas del Gobierno de ZP, y al propio presidente el mayor feminista del Reino, también está la tendencia de quienes se proclaman de izquierdas, y ese complejo de Edipo frente a Alfonso Guerra, el líder de los descamisados, según sus propias palabras, cuando “Arfonso” era alguien en el PSOE. Ahora tendremos los descorbatados de Sebastián y Zapatero.


De todas maneras lo de la corbata es sólo un pequeño paso en el ahorro de energía. Nosotros estamos en situación de poder hacer una propuesta ahorrativa al señor Sebastián que, sin lugar a dudas, redundará en el ahorro energético nacional en grandísima medida. Teniendo en cuenta nuestra experiencia de ex -militantes de C´s proponemos que en el Congreso de los Diputados y en el Senado sus señorías se desnuden, de manera paulatina y ordenada, primero la corbata, después la chaqueta, la camisa, los pantalones, etc. hasta quedarse en bolas, igualmente las prendas equivalentes en el caso de las señoras diputadas. Así de forma inocente, los diputados y diputadas dejarían al descubierto sus miembros y miembras, como en una foto perpetua del fotógrafo estadounidense Spencer Tunick, dicha idea podría extenderse al resto de parlamentos autonómicos, con alguna pequeña restricción personal en el caso del Parlament de Catalunya por motivos de estética y armonía de la belleza.


La cantidad de calor generada en el país con tal medida sería tan grande, que transformada convenientemente según el primer principio de la Termodinámica, nuestras penurias petrolíferas desaparecerían, y el déficit energético se transformaría en superávit con lo que podríamos pasar a ser exportadores netos, y los recursos generados emplearlos para reforzar el Estado de las Autonomías y devolver el dinero que por justicia reclaman algunas por aplicación de las balanzas fiscales.






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