lunes, 16 de agosto de 2010

Se lo merece




Sí señor, se lo merece. El Gran Honorable se merece el premio Nobel de la paz. Desde este blog, y en este instante, nos ponemos a recoger cuantas firmas sean necesarias para la promoción popular de tan sublime candidato y presentarlas en el Parlament o en la academia de ciencias morales y políticas o donde corresponda la gestión de tan noble causa. Sus meritos, bajo mi punto de vista, son insuperables y la academia sueca no podrá negar el extraordinario galardón que haga justicia por una vez a un sobrado candidato de una Nación sin Estado, aunque por poco tiempo, olvidándose momentáneamente del juego de equilibrios e intereses que condicionan la concesión del premio.
Me mueve a promocionar tal acción toda la historia personal y política del Gran Honorable como hombre de Estado, desde el gobierno de la nación, la nostra, o desde la oposición al tripartito. Represaliado del franquismo y luchador antifranquista notable (leo en un periódico digital españolista un comentario referido al Gran Honorable y a este tema que me enerva: “un miserable cobarde que vivió del y para el régimen de Franco” ) El Gran Honorable siempre ha llevado el serón lleno de nobles principios cargado como un borrico con sus haberes y teneres propios y con los de su pueblo, que ,por fortuna es el mío. Extraordinario creyente, practicante diario, no hay noche que se vaya a la cama sin hacer un profundo examen de conciencia terminando con una oración, por cierto copiada por José Saramago en su libro “El evangelio según Jesucristo” que, aquí nosotros para no ser menos, reproducimos:
“Alabado seas tú, Dios nuestro, rey del universo, que haces caer las ataduras del sueño sobre mis ojos y el torpor sobre mis párpados, y que a mis pupilas no retiras la luz. Sea tu voluntad, Señor mi Dios, que me acueste ahora en paz y pueda mañana despertar para una vida feliz y pacífica (¿Entienden lo del premio Nobel de la paz?), consiente que me aplique en el cumplimiento de tus preceptos y no permitas que me acostumbre a acto alguno de transgresión. No permitas que caiga en el poder del pecado, de la tentación ni de la vergüenza. Haz que tengan presencia en mí las buenas inclinaciones, no dejes que tengan poder sobre mí las malas.
Líbrame de las inclinaciones ruines y de las enfermedades mortales, y que no me vea perturbado por sueños malos y malos pensamientos y que no sueñe con la muerte.”


Como todo hombre de Estado, cualquier declaración que hace se sobredimensiona y saca de contexto, bien por sus enemigos, que desgraciadamente los tiene, bien por la prensa sensacionalista y en estos tiempos de internet por la caverna cibernética españolista.
El caso que ahora nos ocupa son unas declaraciones que el Gran Honorable ha hecho a una revista editada por Plataforma per la Llengua, donde deja meridianamente clara su posición política actual “Si la inmersión lingüística quedase suprimida o rebajada (en aplicación de la sentencia del TC) se tendría que considerar un casus belli”
Un casus belli, tremendo latinajo por su significado, traducible como motivo de guerra, que hace referencia a la circunstancia que supone causa o pretexto para iniciar una acción bélica. En el contexto del Derecho Internacional de finales del siglo XIX (que grandeza de siglo para el florecimiento del nacionalismo romántico alemán) el casus belli aparece como consecuencia política del ius in bello (otro latinajo indecente por lo que encierra) Derecho de guerra. Que a priori prohíbe el recurso a la fuerza armada para resolver conflictos, pero la permite como último recurso. Una interpretación más acorde con ius in bello es la que se usa para referirse a la rama del Derecho que define la práctica aceptable mientras se está en guerra. De ahí nacen las Convenciones de Ginebra etc.
Tales declaraciones del Gran Honorable se efectuaron días antes de la gloriosa y grandiosa manifestación de Barcelona (3.5 millones de patriotas y me quedo corto), por lo que nadie debería extrañarse que en dicha manifestación unos energúmenos enmascarados clamaran ¡Guerra! ¡Guerra a España!. Los ecos de determinadas voces casi siempre suenan más fuertes que los sonidos originales. No hace relativamente mucho tiempo un convergente de tercera fila, Pere Macias, de manera más cutre como corresponde a su relevancia en el partido pujolista, también amenazó con una guerra dentro de 25 años si se modificaba un ápice la dictadura lingüística. Nosotros escribimos un pequeño artículo sobre el tema. La guerra del fin del mundo.


Sabiamente, como todo lo que dice nuestro gran ideólogo, comenta en la entrevista que con las características demográficas de Cataluña (el Gran Honorable quiere decir que patriotas cuatribarrados puros nacen cada año en nuestra nación un porcentaje ridículo, comparado con el total de nacimientos, de aquí surge el enorme problema de la Cataluña aria) nos jugamos que a treinta años vista el catalán se convierta en una lengua residual. (Y, sin lugar a dudas, aplicando la política dictatorial que aplican lo conseguirán pues mucha gente en principio neutral ante este tema huye del catalán como gato escaldado). El Gran Honorable apoya sin reservas la política de multas lingüísticas y cualquier imposición coercitiva en defensa de nuestra sagrada llengua, y se siente orgulloso de la aplicación de la inmersión lingüística como padre del engendro que es. Resulta humano ¿qué padre no se siente orgulloso de sus hijos? incluso si alguno de ellos tiene la desgracia de nacer contrahecho, como es el caso, y más todavía si el causante de la desgracia es el propio padre por medio de la transmisión del ADN siguiendo las leyes irrefutables de la genética.
Por otro lado siempre aparecerá la justificación igualitaria para defender la dictadura lingüística, a saber: Puesto que el idioma del poder en Cataluña es y será siempre el catalán, por los siglos de los siglos amén, al imponer el catalán a todos los habitantes de la nación estamos evitando que se discrimine a una parte importante de ellos. Por lo que, en el fondo nos deben agradecimiento, muchos charnegos, personas sencillas y sin preparación, nos están tremendamente agradecidos y lo demuestran votando a uno de los partidos claves en la aplicación de la dictadura lingüística el PSC.


Continua Pujol: “La lengua no es sólo un medio de comunicación, es un sentimiento de identidad y defenderla es un acto de dignidad y orgullo. Esto se ha de meter en la cabeza de la gente……El catalán es una seña básica de identidad de un país, la definición de la personalidad de un país. Se ha de hacer entender a la gente que la lengua es capital, es básica”
Si el Gran Honorable fuera demócrata, que no lo es, todo ese discurso reiterativo y simple, como la mayoría de sus sermones, entendería que, cambiando lengua catalana por lengua castellana el valor del discurso debería ser el mismo, puesto que la población receptora del discurso en Cataluña resulta equiparable en número a la de habla catalana. Pero tamaño sacrilegio queda fuera de toda mente cerrada cuatribarrada. Nosotros los patriotas catalanistas somos diferentes, en cuanto a sensibilidad, sentimientos, patriotismo, inteligencia y belleza, por poner solamente algunos ejemplos.
Las reacciones en los foros españolistas de internet, la caverna cibernética española, no se ha hecho esperar ante el sublime discurso guerrero del Gran Honorable, para muestra un botón:
“No sorprende para nada leer todas estas salvajadas y toda esta pornografía intelectual habiendo leído lo que escribía ya en los años 50 y 60 sobre los andaluces”
“¿Qué se puede esperar de este enano retorcido y delirante? Tanto su cuerpo como su mente sólo provocan hazmerreir y asco”
“Este individuo está enfermo. Ya es hora de que, bien le encierren en algún centro especializado en el que reciba los cuidados que requiere su enfermedad o que su familia le retire a un lugar tranquilo, y deje de sembrar el odio que destilan todas sus intervenciones”
“Hace demasiado tiempo que este venerable anciano chochea.”
……………………………………………………………………………………………………………………………………………etc.
Comentarios soeces dirigidos a un gigante intelectual y político por la chusma fanática española que, sin lugar a dudas, atacan el alma misma de un patriota cuatribarrado- estelado- nacionalista-separatista como obviamente es mi caso.


Analizando seriamente el casus bellis pujoliano, utilizando la razón pura, teórica y aplicada, comparando situaciones históricas concretas donde se ha declarado casus belli como la guerra Hispano-Estadounidense (hundimiento del acorazado Maine 1898).La primera guerra mundial (asesinato de Francisco Fernando de Austria 1914). Segunda Guerra mundial (ataque a Pearl Harbor y supuesto ataque polaco a la policía fronteriza alemana). Guerra de los seis días (1967 casus belli de Israel)…….etc
Pues bien, bajo mi punto de vista, ninguno de tales casos es comparable en importancia al atrevimiento democrático del TC español. Pretender derribar la dictadura lingüística pujoliana . La reacción del Gran Honorable resulta lógica, equilibrada, justa y transcendente. Antes la guerra que permitir igualdad democrática entre dos lenguas originarias del mismo tronco y compatibilidad total, potencialmente capaces de hermanar a todos los habitantes del oasis mediterráneo cataláunico si se utilizan indistintamente sin premeditación previa ni prejuicios políticos.
Mantener la dictadura lingüística, como afirma el Gran Honorable, conforman los fundamentos de nuestro futuro nacionalsocialista, como pueblo y como clase cuatribarrada dominante, y defender estos principios con las armas en la mano si ello fuere necesario, entraría en el apartado de las llamadas guerras justas. Y una guerra justa no es propiamente guerra sino Paz. Razón teórico- filosófica por la cual pedimos el Nobel de la paz para ese grandísimo estadista de nuestro tiempo.
Casos recientes se han dado siguiendo esta línea argumental.









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