viernes, 16 de enero de 2009

!Tenemos que hacer algo!

El trípode básico sobre el que se apoya la grandeza de una nación lo forman el patriotismo de sus habitantes, la educación de los mismos y el índice de natalidad. Resulta obvio que la primera pata la tenemos suficientemente cubierta y abrigada, aunque cualquier exceso de patriotismo bien canalizado siempre será un activo valioso en estos tiempos de crisis. De la educación de nuestros hijos ya se cuidan, con innegable éxito, nuestras instituciones patrióticas tradicionales y, por último, nos queda el tema de la natalidad, que, si no hacemos algo, bien y pronto, podemos tener un serio problema, más grave de lo que algunos se piensan, pues un país poblado casi exclusivamente por personas venidas de fuera, por muy buena voluntad que estas personas pongan en integrarse, en relativamente poco tiempo se perderá la nostra identidad. Desvelos y lucha por la libertad de este pueblo, habrán sido baldíos.


Últimamente se habla bastante de virilidad, no referido a la fortaleza y valor, que está más que demostrado que nos sobra a los patriotas cuatribarrados, sino a la potencia sexual, a lo propio del hombre, a las cualidades que se consideran propias de su sexo. Un comentario escuchado accidentalmente en el metro de Barcelona a una joven señora nos puso la mosca tras la oreja “No me avergüenza confesarle que la dotación viril de mi marido....... es más bien escasa y digamos breve”. Evidentemente, no necesariamente los aspectos técnicos de la capacidad biológica de reproducción de los individuos depende exclusivamente de la virilidad hay otros factores importantes a considerar y de ello nos vamos a ocupar seguidamente. Desde hace años se viene haciendo un estudio sobre la calidad del semen de los españoles, y todos los años da la misma tendencia, de perdida de calidad, en el último estudio nacional del semen de jóvenes españoles, entre 18 y 30 años, más de la mitad, el 58% de los mismos, tiene semen de baja calidad, inferior a lo que la OMS considera normal, resultando además que la distribución de calidad por autonomías y naciones no es uniforme. Las peores Euskadi, la Comunidad Valenciana y Catalunya, las mejores Galicia, Andalucía y Madrid. Curioso es, que las dos naciones más características del Estado Español salgan las peor libradas en el estudio de un parámetro de importancia capital para asegurar su supervivencia como pueblos.


El estudio del semen ha sido parte de los exámenes de fertilidad desde que el bajo recuento de espermatozoides se asocia con infertilidad. El recuento seminal continúa siendo, por lo tanto, la herramienta estándar en la valoración de la esterilidad masculina. En 1951 se estableció como limite inferior normal una concentración de 60 millones de espermatozoides por mililitro de semen, la eyaculación media es de 3 a 5 mililitros, y el número máximo de espermatozoides de unos 150 millones por mililitro. La motilidad un 80%, posteriormente, la cifra fue descendida a 20 millones por mililitro, la cual ha sido adoptada por la Organización Mundial de la Salud como limite inferior de normalidad, o limite superior de la oligospermia, una cantidad anormalmente pequeña de espermatozoides en el esperma.


En cuanto a la calidad de su semen, los barceloneses se sitúan entre los peores del mundo, según el último estudio realizado. No obstante, por debajo de los barceloneses, se encuentra la población masculina de Tarragona. Lérida y Gerona siguen parecida tónica respecto a los tres parámetros que miden la calidad: Número, motilidad y morfología. Según los especialistas en el tema la calidad estaría directamente relacionada con los niveles de contaminación ambiental. Dentro de las substancias contaminantes, desde hace un tiempo parece que están de moda en el mundo científico, los llamados disruptores endocrinos, DE, substancias químicas capaces de alterar el sistema hormonal a dosis muy bajas, pesticidas, disolventes orgánicos, herbicidas etc. La Unión europea tiene contabilizadas unas 550 de estas substancias. Los disruptores endocrinos actúan en el organismo humano como hormonas femeninas o pseudo-estrógenos (¡lagarto! ¡lagarto! ¿Un cambio lento generalizado hacia el sexo femenino?) y se acumulan en el tejido graso.



Comprenderán ustedes el porqué de esta terrible aflicción patriótica(¡oye patria mi aflicción) y, que este asunto, nos preocupe tanto a los patriotas cuatribarrados. Ello nos ha llevado a extender el estudio a lugares poco o nada contaminados de nuestro territorio, a la Catalunya profunda, pueblos y ciudades del interior donde el aire es puro y la vida dulce y placentera. El estudio se ha hecho en el secreto más riguroso, dependiendo directamente del Conseller en Cap el Honorable Joseph-Lluis CR, los temas de gran responsabilidad política los lleva él directamente, con el apoyo logístico de una unidad móvil de “extracción voluntaria” y personal externo contratado para tal fin, se comprende que las condiciones de extracción y el ambiente han de ser adecuado para que el donante pueda desarrollar sus máximos potenciales. Los resultados del estudio realizado sobre 3.458 voluntarios con edades entre 25 y 32 años, todos ellos militantes de las diferentes formaciones patrióticas del país, no han podido resultar más desalentadores: el 85,3% de los casos han presentado oligospermia con baja movilidad, morfología dispar y alta leucocitospermia ( número de leucocitos acompañando al liquido seminal).


Esto ha abierto otra vía de investigación sobre el origen de la mala calidad de nuestro semen cuatribarrado. El doctor S. Farreróns i Altafulla, junto con su equipo, de la Universidad Autónoma de Barcelona hablan del “Efecto del estrés oxidativo sobre la calidad del semen de personas infértiles con leucocitospermia”. Creemos conveniente hacer alguna aclaración, para los lectores no familiarizados con este tipo de conceptos. El estrés es la respuesta del cuerpo a toda demanda física o psicológica fuera de lo habitual y bajo presión que se le haga al organismo perturbando el equilibrio de la persona provocándole estados de ansiedad, y cambios bioquímicos internos capaces de modificar su funcionamiento habitual. El estrés puede dar lugar a un espermograma alterado con reducción de la calidad del semen. El estrés oxidativo es causado por un desequilibrio entre el oxigeno reactivo(especies químicas reactivas del oxigeno, el propio oxigeno, ozono, radicales libres y peróxidos) y la capacidad del cuerpo para eliminarlo, se trata de un tipo particular de estrés químico. Los factores estresantes en general son variados y numerosos.


Algunos aspectos de la interacción social entre personas, como la presión grupal, bloqueos en sus intereses particulares o colectivos, frustraciones varias, expectativas no cumplidas etc, dan lugar a estrés, según el doctor Farreróns existe un tipo de estrés, muy poco conocido hasta el momento, ligado al estrés oxidativo de parecidos efectos patológicos, que puede considerarse una variante del mismo, y explicaría los resultados obtenidos en el experimento múltiple realizado en la Catalunya interior, él le denomina, estrés de inducción patriótica, y lo manifiestan determinados grupos sociales cuyo objetivo principal está canalizado hacia un fin superior de difícil consecución, también lo padecen algunos grupos homogéneos de hinchas futbolísticos de equipos modestos cuando consideran posible ganar la liga sin medir sus posibilidades reales.


El dilema que se nos presenta a los patriotas cuatribarrados es francamente grave: bajar el nivel de patriotismo mejorando como consecuencia la calidad de nuestro semen, o continuar por el camino recto de la defensa de la nación a costa de quedarnos sin descendencia que pueda continuar la lucha por las libertades nacionales, soportando, además, el riesgo serio de pasar, con el tiempo, a la acera de enfrente sexual. ¡Grave! ¡Muy grave! Ocurre, para completar el drama nacional y humano que se cierne sobre nuestro país, que el equipo de Farreróns para poder tener una referencia fiable y seria de los análisis de esperma realizados, tomó un grupo de varones multiétnico formado por ecuatorianos, colombianos, cubanos, magrebíes y subsaharianos catalanes todos ellos de nueva hornada, y los resultados de los parámetros en cantidad y calidad no pueden ser más elocuentes: volumen superior a cinco mililitros, número 172 millones por mililitro, motilidad 98,32%, morfología perfecta, resultados muy homogéneos en todo el grupo de referencia, por lo que la calidad fue inmejorable.

¡Tenemos que hacer algo! ¡ Tenemos que hacer algo!

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