jueves, 12 de marzo de 2009

Los cien mil hijos de San Luis


Los cien mil hijos de San Luis.


En abril de 1823 un ejercito francés, los cien mil hijos de San Luis, cruzó la frontera para acabar con el régimen liberal español. Esta fue la primera intervención decidida por un grupo de potencias extranjeras, La Santa Alianza, para mantener el equilibrio político continental. En el congreso de Verona, reunidos en octubre de 1822, los miembros de la Santa Alianza aprobaron la invasión francesa de España a petición de Fernando VII para apoyarlo frente a los liberales y restablecer el absolutismo.
En marzo de 2009 cien mil catalanes se manifestaron en Bruselas para pedir a la Unión Europea la independencia de Cataluña, el derecho de autodeterminación, y establecer dos principios fundamentales para el futuro de nuestro país: El principio de unicidad y el de uniformidad. Naturalmente los cien mil patriotas cuatribarrados concentrados en las calles de la capital europea solicitamos a las potencias europeas, como Fernando VII solicitó a la Santa Alianza, una intervención, no necesariamente armada los tiempos han cambiado, para restablecer el derecho inalienable del pueblo catalán a su independencia.


Alguien puede pensar, con razón, que era diez mil el número de manifestantes, el colectivo Deumil.cat parece confirmar tal hipótesis. Sin embargo, la realidad desbordó las previsiones más optimistas, un servidor que formó parte de la masa manifestante puede aportar pruebas irrefutables de la veracidad de las seis cifras. Ya sé, que fuentes interesadas como el diario ABC o la policía local hablan de tres mil manifestantes. Pero se trata de informaciones emitidas con animo de intoxicar y de rebajar la importancia del acto patriótico, el periódico por su españolismo impresentable, la policía belga por estar compuesta mayoritariamente por valones, gente toda ella contraria a la independencia de nuestros hermanos flamencos pilar imprescindible, como los vascos y nosotros mismo junto con los escoceses, de la Europa de los pueblos.


Antes de la manifestación, para calentar motores, gran parte de los compañeros cutribarrados visitamos la Grand Place de la capital belga y nos emocionamos leyendo la diatriba escrita sobre mármol contra Felipe II, un manifiesto de esta naturaleza es necesario que se escriba en la plaza de Cataluña de Barcelona. Nuestra presencia en Bruselas no buscaba el turismo fácil, Atomium, Galerie du Roi, Manneken Pis y otros lugares de la capital. En una librería antigua alguien del grupo tropezó por casualidad con un texto viejo escrito en esa lengua impuesta y denostada por la mayoría de nosotros, reproduzco unos párrafos para que se hagan una idea del paso por estos lares de las huestes españolas:
¿Qué minas brotan de arrogancia llenas?
¿Qué encuentro padecemos fuerte y duro?
¿Qué asalto nos derriba las almenas?
¿Qué artillería nos fatiga el muro?
Nosotros, les hacemos más seguro
El triunfo. Pues ¿Qué hacemos, qué esperamos?
Átropos somos, nuestra vida hilamos......

(Pedro Calderón de la Barca. El sitio de Breda . Jornada III)


Bien, a lo que vamos, los principios planteados al comienzo del escrito, unicidad y uniformidad, son irrenunciables para nuestro pueblo, conseguir un futuro político estable y continuado es nuestra sagrada meta, el principio de unicidad conlleva una nación, un Estado, una ideología política: el nacionalismo identitario, un himno, una bandera, una sola lengua: la nostra, un solo pueblo: los de siempre, una historia: la clásica Wilfredo y los almogávares, un club de fútbol: el Barça, un enemigo externo: los españoles, una danza: la sardana, una raza: la aria variedad catalaunica etc. etc. El principio de uniformidad introduce en cambio algunos matices fundamentalmente en el ámbito cultural y recreativo para que el ciudadano medio pueda competir y desarrollar sus potencialidades innatas. Pondré un ejemplo de la vida común de lo más simple: en las celebraciones festivas habituales la verbena de San Juan, San Jordi, la Pascua granada etc. la pastelería ha de estar necesariamente adornada con los colores nacionales, la senyera, sin embargo, el interior puede ser de chocolate, fresa, contener uvas pasas u otros aditamentos utilizados en la repostería nacional. Resulta evidente que ambos principios se complementan y conducen necesariamente al nacional-socialismo cuatribarrado, como forma de gobierno y filosofía política, imprescindible a su vez para el mantenimiento de los dos principios según un proceso circular de sostenimiento mutuo.


Tras el clamoroso éxito alcanzado por la grandiosa manifestación de Bruselas, los promotores de la misma los convergentes Mas, Puig, y el joven Pujol ( el padre mucho más cuco no ha dicho ni pío) junto con los políticos de ERC Carod y Puigcercós en un gesto sin precedentes de honradez política han renunciado al aprovechamiento político de la misma cediendo todo el protagonismo al portavoz de la plataforma “Deu mil a Brussel.les” , Enric Canela patriota cuatribarrado que encarna una tradición familiar de diez generaciones, tal como puede apreciarse en la dificultad que entraña la pronunciación correcta de su apellido por parte de los españoles . Según dicho portavoz en Cataluña la mayoría de la gente tiene ganas de ejercer el derecho de autodeterminación. Cataluña es un pueblo distinto y fundamentalmente “Catalonia is not Spain”. Los representantes de convergencia además han añadido que ellos no piden la autodeterminación de Cataluña solamente el derecho de autodeterminación de las personas individuales algo así como el derecho al libre albedrío, una discusión conceptual sobre la libre elección. Tema éste que ya se discutía acaloradamente por los padres de la Iglesia católica en el Concilio de Trento (1545-1563).


Para algunos intelectuales del catalanismo moderado (Puigverd),”las manifestación de Bruselas alimenta las expectativas fantasiosas de una minoría purista, pero se aleja de la sensibilidad moderada de la mayoría social. Y las fantasías ideológicas del nacionalismo catalán se realimentan en circulo vicioso. La realidad desmiente una y otra vez los tópicos sobre los que se fundó el catalanismo histórico. Ni en su interior hay consenso para los gestos segregacionistas. Ni tan siquiera existe unanimidad sobre los mitos de la catalanidad. CiU contribuye a realimentar el sistema y a conducirlo hacia el muro de las lamentaciones. Estas minorías de manifestantes en Bruselas esperan una respuesta milagrosa: en realidad alguien se aprovecha de sus sentimientos, pues la obligación del nacionalismo sería no engordar fantasías, sino describir la correlación de fuerzas que explica la pérdida de batallas mucho más modestas.”


Por hoy ,sintiéndolo mucho, tengo que dejar de teclear. Ante el asunto de las herencias intestadas, herencias sin testamento ni descendientes cedidas a la institución patriótica Òmnium Cultural, debo asistir a una cita con el notario, pues mi caso es de extrema gravedad. Si me lo permiten lo expondré en pocas palabras: un servidor “soltero y solo en la vida” (Mari Sampere) con 95 tacos bien cumplidos, y mejor llevados, observa con serenidad cartesiana que su ciclo vital empieza a declinar a pesar que en determinados encuentros, ya me entienden, la capacidad de respuesta sigue siendo excelente, el tiempo todo lo vence, y antes de consumir la parte final quiero hacer testamento. No poseo descendientes solamente un primo segundo que vive en Brasil. De ninguna forma permitiré que mis pocos ahorros conseguidos tras una vida de trabajo y privaciones acaben en las garras de esos buitres de la patria por muy cuatribarrada que sea. Así que, nombro heredero universal a mi buen amigo “Jalisco” un simpático Schnauzer de tamaño medio. Además él tiene más de cien descendientes reconocidos.