viernes, 3 de julio de 2009

LOS GENES DEL NACIONALISMO CATALÁN

François Miterrant, al final de un importante discurso político gritó: ¡Messieur, le nationalisme c`est la guerre!

Simplemente quería decir que los aldeanismos llevados al extremo siempre se resuelven a pedradas entre los mozos del pueblo. Sin lugar a dudas el nacionalismo catalán está actualmente en alza, según la Vanguardia, siete de los libros más vendidos de no ficción en catalán son de temas políticos, el más vendido les Memorias de J. Pujol, el segundo Democracia o Sang Freda de David Madí, el tercero Entre una Espanya i l`altra de Josep Antoni Duran Lleida, el quinto es Converses amb Xavier Sala i Martin, todos ellos nacionalistas catalanes de distinta sensibilidad y pelaje. En castellano el segundo libro más vendido de no ficción es Adiós Cataluña de Albert Boadella. ¡Menos mal!

El caso es que el nacionalismo catalán, en sus diferentes formas de presentación, catalanismo, soberanismo, independentismo etc vive uno de los momentos más agitados de los últimos tiempos. El derecho a decidir, es el nuevo eslogan del nacionalismo irredento catalán actual. Existe una parte importante de la sociedad catalana, no nacionalista, aparentemente adormecida y/o manipulada sometida, bombardeada, a diferentes mensajes de envoltura variada, con una tesis común: “La culpa de todos nuestros males y desgracias son consecuencia de la falta de libertad para decidir, y de lo mal que nos tratan el resto de los españoles”.

En este contexto cualquier incidente y/o accidente se magnifica y manipula convenientemente por medio del nacionalismo catalán, en la misma dirección: Crear grados de malestar cada vez más elevados en los sectores de la sociedad catalanas todavía no convencidos de lo bien que viviremos todos cuando seamos independientes, ir ganando voluntades y votos no nacionalistas hacia la única meta posible, la independencia de Cataluña, siguiendo la máxima de Lenin “Cuanto peor mejor”.

Cuando el gran buda del nacionalismo catalán, el muy honorable J. Pujol, el máximo representante del català emprenyat (ese término grafico y grosero según palabras de F. de Carreras) clama exaltado: “Mecagoncony” (cony=coño, Mecagon resulta evidente) “Qué coño se ha creído esta gente” “Se les tendría que caer la cara de vergüenza ¡Quieren hacer el favor de respetarnos?! ¡¿Quién se han creído que son?! “. Históricamente el muy honorable Pujol ha tenido salidas de tono no siempre coincidentes con la imagen general que de él se tiene. Se sabe que en 1992 en una ejecutiva de CDS (Convergencia) soltó “!A los socialistas me los enviáis a la mierda de dos en dos”, el 20 de Enero del 2002, en el pabellón de la Vall d`Hebron, Pujol exclamo: “!Pero quién se han creído que somos?!” Lo dijo después de que Aznar reiterara su oferta para que CiU entrara en el Gobierno “. “Nos quieren hacer ir como conejitos, tites, tites, y ¡pero quién se han creído que somos nosotros”. Se puede observar, por los comentarios, a un honorable reiterativo y obsesivo con la dicotomía comparativa, Ellos y Nosotros.

Tales expresiones del muy honorable Pujol, seguramente podrían resumirse en una única y sentida expresión por muchos de los asistentes a la manifestación de Barcelona: “!Qué coño se piensan estos desgraciados españoles, qué somos como ellos!?” ¡Que se vayan a la mierda!. Y es que las opiniones y comentarios del gran buda en el Oasis tienen una amplia repercusión.

Según Xavier Sala i Martin, el famoso economista que preguntó impertinentemente a Montilla durante la campaña para las elecciones autonómicas sobre Pitus y Virulai, el liberalismo y el nacionalismo son cosas completamente diferentes (lo que creo que todo el mundo estará de acuerdo), además combinables entre ellas (aquí creo que no todo el mundo está de acuerdo) sin pérdida alguna de consistencia intelectual. Este hombre, siempre condicionado por su militancia barcelonista, y por su no menor nacionalismo catalán, se permite pontificar de la manera que sigue: “Un liberal quiere reducir la influencia del Estado sobre los individuos. Un nacionalista quiere compartir el Estado con un determinado grupo de personas y no con otro. Por lo tanto, primero se escoge el grupo con el que compartes lo público y después decides, que el tamaño de lo público debe ser lo más pequeño posible. Dos planos distintos que no tienen nada que ver. Como ser gordo y del Barça”.

¡Pues no, señor Sala!

Un liberal respeta y acepta comportamientos y opiniones diferentes de la propia, está abierto a nuevas ideas, es favorable al respeto de los derechos individuales y de la libertad por encima de todo.

Un nacionalista es una persona que defiende la independencia política de su país, una persona con fuertes sentimientos patrióticos, especialmente cree en la superioridad de su país sobre los otros países. El liberalismo es esencialmente una doctrina política, no esencialmente económica. Los fundamentos de esta doctrina están en la base del respeto, la inclusión y el dialogo. Un nacionalista cree fundamentalmente en la fuerza nacional, la exclusión y el enfrentamiento.

Hoy día, afortunadamente, estos comportamientos sociales pueden explicarse científicamente. El caso del pensamiento nacionalista permite una explicación genética, por ello lo del título de este pequeño escrito: los genes de los nacionalistas catalanes. Pasamos a explicarlo lo más resumido y claro posible, dentro de nuestras limitadas luces. Introducimos previamente unos mínimos términos de la ciencia genética, útiles para aquellas personas de letras a las que estos conceptos no les resulten familiares.

El desarrollo de la genética comenzó en 1856 con los trabajos de Gregor Mendel, un monje austríaco que trabajó con guisantes, y que publicó en 1866. Mendel descifró las bases de la herencia pero sus resultados permanecieron ignorados por muchos años. En 1900 se dieron a conocer y confirmaban los principios de Mendel. Se empezó entonces a hablar de genes y alelos.

Un gen es la unidad básica física y funcional de la herencia de los seres vivos. Desde el punto de vista molecular, un gen es un segmento de la doble hélice de ADN (o ARN en el caso de algunos virus). Un gen es una secuencia de nucleótidos que se localiza en una determinada posición dentro de la cadena de ADN y ésta a su vez forma parte de un cromosoma. Un gen codifica o lleva la información de un producto específico, como por ejemplo, una proteína. Dicha proteína estará por su parte involucrada en algún proceso concreto que determinará un rasgo o característica particular, como por ejemplo, el color de una flor.(Se entiende por dónde van los tiros ¿verdad?).

Un nucleótido es un compuesto monomérico formado por una base nitrogenada, un azúcar de cinco átomos de carbono (pentosa) y ácido fosfórico. Las bases nitrogenadas pueden ser purinicas (Adenina y la Guanina) y pirimidínicas (Timina Citocina y Uracilo). Tenemos, pues las famosas letras tan conocidas del gran público A,G,T,C y la menos conocida U, las diferentes secuencias de ellas AAAGGGTTG………..etc. nos introducen en el campo de los genes el ADN y ARN.(Entiendo que todo esto es muy pesado, pero necesario si uno quiere entender el fenómeno del nacionalismo catalán, para no liar demasiado el tema no hablaremos del ADN Ribosómico ni de los genes ribosómales).

Cada ser humano tiene aproximadamente 30.000 genes que se encuentran distribuidos en 46 cromosomas (23 pares) dentro de cada una de nuestras células, salvo en las células reproductivas que tienen sólo 23 cromosomas independientes cada una. Un alelo es la localización espacial de un gen en un cromosoma. Al ser la mayoría de los mamíferos diploides se poseen dos alelos de cada gen. Cada par de alelos se ubican en igual locus o lugar, posición de un gen o otra secuencia significativa en un cromosoma, la palabra locus(plural loci) es equivalente latino de lugar, se utiliza en otros campos con frecuencia.

Benzer, recientemente fallecido (1921-2007) demostró que el gen no es una unidad indivisible, tal como se aceptaba según las teorías de Mendel. Benzer probó que las mutaciones se distribuían en diferentes partes de un mismo gen, pudiendo diferenciarse de manera precisa cada una de ellas.

El 14 de abril de 2003, el Consorcio Internacional para la Secuenciación del Genoma Humano anunció haber completado su tarea. El esclarecimiento, con una fiabilidad del 99,99%, del orden apropiado en que se encuentran las bases C, T, A, G en las regiones que contienen genes. En el organismo humano existen alrededor de 100 billones de células y cada una de éstas contiene el genoma completo. Este genoma se encuentra en 23 pares de cromosomas en el núcleo celular, donde se empaqueta el ADN que contiene aproximadamente 3.000 millones de pares de bases. Existen una serie de enfermedades asociadas a mutaciones de uno o más genes (cambios en la secuencia de bases y por consiguiente cambio en la proteína generada por la información genética). Cada gen codifica una sola cadena polipeptídica. Son relativamente pocas las enfermedades conocidas en las que se asocia la mutación en un solo gen con la enfermedad, y entre ellas están la anemia falciforme y la fibrosis quística.

Conectemos de nuevo con el nacionalismo catalán. El profesor Alexander von Schwamm (Esponja en castellano) está considerado una autoridad mundial en el campo, cada vez más importante, de las enfermedades sociales, es uno de los pioneros en la investigación aplicada sobre la enfermedad nacionalista, su tesis fundamental es que se trata de un desarreglo social ligado íntimamente a la mutación de determinados genes, dichas mutaciones están favorecidas por el entorno social de los afectados, por la deficiente escolarización de los individuos en instituciones poco o nada democráticas de pensamiento único, de interesada interpretación de la histórica local, con falsificaciones de hechos históricos reales y manipulaciones diversas. En resumen por una falta de democracia y libertad real.

Alexander von Schwamm es actualmente profesor de biología molecular en la Universidad libre de Berlín y director del departamento de biología molecular aplicada al estudio de las enfermedades sociales. El profesor Schwamm, desde hace tiempo ha mostrado un creciente interés por el estudio del posible origen genético del nacionalismo catalán. Un nacionalismo creciente en el tiempo, con tintes cada vez más radicales de intolerancia en algunos sectores de la sociedad donde la enfermedad se encuentra en un grado de desarrollo más avanzado, un nacionalismo que tiene una de sus fechas clave en el 11 de Septiembre del 2014, y que se siente últimamente identificado con el modelo de las repúblicas de Montenegro y Kosovo, antes lo estuvo con Estonia, Letonia y Lituania. Todos ellos grandísimos y desarrollados estados europeos.

Desde hace un tiempo el profesor Schwamm, viene observando a la sociedad catalana, como un buen médico observa a sus futuros pacientes, discreto y profesional había propuesto a ciertos representantes del nacionalismo, políticos profesionales, escritores de la costra nacionalista, artistas plásticos y de otra naturaleza, bastantes periodistas y gente del espectáculo, realizar un estudio genético molecular comparativo frente a un grupo de referencia(grupo blanco) formado por personas normales, ciudadanos de la Unión Europea residentes en España, no necesariamente españoles, amas de casa, trabajadores de la industria y servicios, algún político liberal y como caso curioso un apátrida. El profesor Alexander von Schwamm tiene una importante ayuda económica de la Unión Europea para realizar este proyecto, la Unión en general desconfía de los nacionalismos locales ha sufrido en propia carne los excesos del nazismo y fascismo, y parece estar dispuesta a gastarse lo que haga falta, para que tales ideologías aún en sus formas más atenuadas no vuelvan a resurgir. El estudio tiene pues varias vertientes, confirmar la hipótesis de trabajo del profesor Schwamm , origen genético del nacionalismo, aislar los genes responsables de este fenómeno y por medio de ingeniería genética buscar mecanismos capaces de amortiguarlos, planificar medidas preventivas sanitarias para que esta enfermedad no se convierta en pandemia, la epidemia ya no tiene remedio, además de introducir una nueva línea de estudio en el interesante ámbito de investigación en biología molecular.

En principio, cuando el profesor Schwamm presentó la propuesta del experimento ante las autoridades nacionalistas catalanas, la respuesta fue un no rotundo. El doctor Schwamm, hombre paciente y conocedor de la idiosincrasia catalana, insistió ante niveles más elevados del estamento ofreciendo dinero en cantidad suficiente para que ningún participante pudiera rechazarlo. Sin embargo los representantes de la administración tripartita junto con el principal partido de la oposición querían además una contraprestación política, algo sonado a nivel internacional, y alguien tuvo una idea feliz relacionada con la lengua y la cultura catalana. ¡La Feria de libro de Francfort! . Schwamm respondió que él, sólo podía ser transmisor de la idea antes las autoridades de su país y así lo hizo. Después de mucho tira y afloja se concretó la invitación de Cataluña para que participara en el certamen. No obstante los nacionalistas, como siempre jugando sucio, donde por acuerdo tenía que haberse producido una participación de toda la cultura catalana, en catalán y castellano como realmente existe, sólo presentaron la cultura nacionalista. Aprovechando la orgía nacionalista catalana de Francfort el experimento genético pudo finalmente llevarse a buen puerto.

Finalmente el experimento propiamente dicho se pudo realizar, dividido en dos partes, una primera dedicada a genética molecular donde se puso de manifiesto la mutación que padecen estas personas en dos importantes grupos de genes, situados en los cromosomas 4 y 22 ( las enfermedades sociales y/o psicológicas están localizadas en tales cromosomas) generalmente los trastornos mentales no están determinados por una mutación única de un gen específico normalmente es poligenica y multifactorial. El tamaño general de los genes varía desde algunos kilobases (un kilobase son 1000 pares de bases) hasta cientos de kilobases. Los genes mutados de los nacionalistas catalanes tienen una medida media de 69 kilobases, no se sabe si este número está relacionado con algún tipo de represión sexual propia de tales individuos, o es pura casualidad. Schwamm es partidario de la segunda hipótesis. Una vez aislados los genes de interés se determinan las proteínas codificadas por los dos conjuntos de genes. Posteriormente hay una segunda fase que consiste en identificar las anomalías sociales detectadas con las proteínas aisladas, aquí se utilizan otras técnicas y metodologías propias de la psicología experimental (paso de baterías de test a las personas objeto de estudio, largas entrevistas personales por psicólogos especializados etc.). Todos los trabajos se realizaron separadamente en los dos grupos de estudio, el grupo de los nacionalistas catalanes y el llamado grupo blanco o de referencia.

Resultados:

Los resultados se publicarán próximamente en la prestigiosa revista médica Británica “The Lancet” . Nosotros podemos adelantarlos en este foro gracias a que este cronista conoce a un primo de la hermana de una amiga de la señora de la limpieza del profesor Alexander, esta señora originaria de Finlandia asegura haber leído el trabajo listo para publicar en el despacho del profesor von Schwamm, y toda la parte científica de la información que transmito se la debemos a ella. La buena señora parece que ha pedido disculpas a mi conocido debido a algún pequeño detalle que cree no haber captado en su totalidad, pues sólo pudo asistir a clases nocturnas en el periodo ordinario de escolarización pues se quedó huérfana muy joven. Resulta evidente la eficiente escolarización que se produce en ese frio país. Pero volvamos al experimento, el primer grupo de genes mutados están en el origen de lo que podría llamarse “El Complejo de Superioridad del nacionalista catalán medio respeto a cualquier españolito” aquí se engloba lengua, cultura, tolerancia, educación, economía, desarrollo científico, capacidad empresarial,………….etc……….etc.

De lo anterior es corolario inmediato el desprecio evidente del catalán nacionalista hacia todo lo español.

El segundo grupo de genes mutados parece que ha resultado muy difícil poder interpretarlo (comprenderán que yo sólo hablo de oídas y tengo que ser cauto ) se trata de genes muy largos de hasta de trescientos kilobases y todos ellos codifican una sola palabra de seis letras: MADRIT