domingo, 5 de diciembre de 2010

Razas




Generalmente se entiende por raza a un grupo de individuos, no necesariamente grupos humanos, “El caballo árabe es el más noble de todas las razas caballares” (Zubía), de una misma especie que se distinguen por determinados caracteres que se transmiten por la herencia. La etnografía, rama de la antropología que trata del estudio descriptivo de las etnias, es un método de investigación de la antropología social o cultural, estudia las razas y sus caracteres.
En términos biológicos, la raza se refiere a los grupos en que se subdividen algunas especies biológicas, a partir de una serie de características que se transmiten por la herencia genética. El termino raza comenzó a utilizarse en el siglo XVI y tuvo su auge en el XIX como categoría taxonómica equivalente a subespecie. Posteriormente en el Congreso Internacional de Botánica celebrado en Viena en 1905 se elimina el valor taxonómico de raza. Sin embargo se mantiene en la lengua común, y resulta importante aplicado a animales domésticos.


En el estudio de los grupos humanos actualmente el termino raza parece inadecuado y en su lugar se utiliza etnia o población para definirlos, las razones fundamentales para utilizar tal nomenclatura se esconden detrás del tremendo significado de la palabra racismo, por todo lo que ella lleva asociado.
Las razas humanas fueron un intento histórico de clasificación de los seres humanos, variable según la época, la cultura, el contexto y los prejuicios de cada momento y lugar. Clasificación basada en aspectos físicos y detectables a simple vista, como el color de la piel, características del cabello, forma del cráneo y de otras estructuras óseas…….etc. El racismo ha manipulado los estudios históricos y ha utilizado conclusiones seudocientíficas para provocar enfrentamientos o discriminaciones entre grupos humanos dando lugar en el siglo XX a los peores genocidios étnicos de la historia.
El racismo es una forma de discriminación de las personas utilizando motivos raciales, de tal modo que unas se consideran superiores a otras por el solo hecho de pertenecer a una raza “considerada superior”.


Durante parte del siglo XIX se desarrolló en Europa una interpretación racista e interesada de la Biblia considerando la maldición de Canaán ya observada durante la Edad media. Según esta interpretación, la Biblia dice de manera criptica que hay tres razas humanas, provenientes de los tres hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet. De Sem descenderían los judíos y árabes (semitas), de Jafet los blancos y de Cam los negros acompañados de la maldición de Canaán, hijo de Cam, al que Noé maldijo: “maldito sea Canaán, siervo de siervos será a sus hermanos” lo que parece que se interpretó como una maldición de Dios a la raza negra, por lo cual ésta debería servir a los blancos. A finales del siglo XIX, la Europa ilustrada considera que la especie humana se divide en subespecies, en razas superiores e inferiores.
El racismo europeo recurrió a la ciencia, especialmente a la biología, para justificar la superioridad de los propios europeos, particularmente de origen germano, anglosajón y celta, sobre el resto de los seres humanos, así como la necesidad de que estos fueran gobernados por aquellos.


En la sección de Opinión, La Vanguardia del 26-11-2010, aparece la siguiente carta firmada por el señor M. Ricard:
“La senyora Cava de Llano i Carrió, Defensora del Pueblo, ex diputada del PP, no és catalana. És d´origen catalá, a tot estirar. Ser català és un sentiment, compartir una idea de país, pertànyer a una raça i a un passat. Jo no tinc ni el més lleu sentiment de ser español. Sóc nascut a Catalunya, sóc catalá, creient i practicant de la meva catalanitat i tinc passaport español, per ara.
El problema que tenim a Catalunya són els milers de persones nascudas a Catalunya o arribades de fora que es diuen catalans, però voten a un partit que retalla el nostre Estatut i, entre altres delicadeces, no parlen català. No són catalans. O són catalans renegast.”

Traducción:
La señora Cava de Llano, Defensora del Pueblo en funciones, ex diputada del PP, no es catalana. Es de origen catalán, como mucho. Ser catalán es un sentimiento, compartir una idea de país, pertenecer a una RAZA y a un pasado. Yo no tengo ni el más leve sentimiento de ser español. Soy nacido en Cataluña, soy catalán, creyente y practicante de mi catalanidad y tengo pasaporte español, por ahora.
El problema que tenemos en Cataluña son los miles de personas nacidas en Cataluña o llegadas de fuera que se dicen catalanes, pero votan a un partido que recorta nuestro Estatuto y, entre otras delicadezas, no hablan catalán. No son catalanes o son catalanes renegados.

Amigo Ricart, quiero decirte que comparto tu tesis al doscientos por ciento, por poner un número razonable. Desgraciadamente no todos los catalanes piensan como pensamos nosotros. Hay una cantidad importante de patriotas que sí están en sintonía con nuestra sinfonía, aunque en ciertos medios españolistas se nos conozca con el apelativo de catalibanes cuya definición te adjunto, el adjetivo catalibán se lo escuché por primera vez al profesor de nuestra Universidad señor Caja, y en un blog (crónica de la yihad separatista) lo definen claramente:” Según la Necional Geographic , un catalibán es un homínido bípedo originario de Cataluña, o acomplejado por no haber nacido allí, con escasa masa neuronal y aspecto no muy agraciado, a juzgar por el de sus jefes de manada. Camina habitualmente erguido (es erectus), excepto cuando se agacha a coger una subvención. Gusta de incurrir en la repetición compulsiva de consignas absurdas y delirantes falsedades, inculcadas por los mismos líderes a quienes aupó hasta la opulencia.”

La definición que haces de catalán en tu escrito me parece sublime, fundamentalmente el concepto de raza catalana, aunque confieso que por edad yo asistí a la escuela primaria en tiempos del franquismo, cuando “El florido pencil”, el número de razas que me dijeron que existían eran cinco como los continentes, blanca ,negra, amarilla cobriza y oceánica. Más tarde me enteré de la existencia de la raza Abertzale y, de una raza superior a todas, la raza aria. Ahora descubro, gracias a ti, la raza catalibana, orgullosamente yo, por fortuna, tengo el honor de pertenecer a esa raza, aunque siento un enorme complejo cuando me veo en la necesidad de decir que no he nacido en esta sagrada tierra. Por desgracia vine al mundo en la provincia de Almería, concretamente en Mójacar, en la parte alta del pueblo, allí pasé mi infancia y, cuando soplaba el viento del Norte siguiendo la costa mediterránea, escuchaba atentamente los mensajes que portaba procedentes de la patria cuatribarrada- estelada que insistentemente me instaban a trasladarme a la tierra prometida. Y así lo hice. Como tú, soy creyente, practicante, apostólico y romano de la sagrada religión catalanista, y también tengo pasaporte español, pues de no tenerlo solamente podría visitar Andorra la Vieja y las Provincias Vascongadas.

Pero volviendo al concepto de raza, como sabrás, Francisco Franco el último caudillo de los españoles, escribió con el seudónimo de Jaime Andrade, el guión de la película Raza una superproducción del cine español que sintetiza el ideario del buen español desde la perspectiva del régimen fascista de Franco en los primeros años de la posguerra a través de la historia de tres hermanos y sus vicisitudes durante la guerra civil. La película la dirigió José Luis Sáenz de Heredia. Raza pretende mostrar el espíritu abnegado y valeroso que sería propio del ser español y que coincidiría plenamente con el ideario nacional-católico del régimen. Exactamente el mismo espíritu, en planos opuestos, que tú con muy pocas letras, sin necesidad de cámara alguna, pones de relieve. Es por ello que ambos planos pueden superponerse en una sola figura geométrica sin que se manifieste diferencia apreciable salvo algunos detalles de origen.

En cuanto al enorme problema que tenemos en Cataluña, los miles, millones diría yo, de personas que no comulgan con nuestro sagrado credo, y que además hablan castellano de cuando en cuando, dejarían de ser un problema con sólo ahondar en el concepto de raza catalana y aplicar el ismo correspondiente en su versión histórica más reciente cuyo escenario de mayor relieve tuvo lugar en la Alemania Hitleriana.