jueves, 3 de septiembre de 2009

ONANISMO




Onanismo, es el término bíblico derivado del Génesis 38:9-10. El cual, de acuerdo con la tradición cristiana, designa ambos la masturbación, y el sexo incompleto entre hombre y mujer, coitus interruptus (vulgo marcha atrás). Escribir de este tema es, en sí mismo, para algunas personas, un acto antinatural.
Históricamente se asoció el onanismo al pecado. La cultura de la culpa sentó en el banquillo de los acusados a la masturbación. Sin embargo, el informe Kinsey reveló que el 92% de los varones y el 58% de las mujeres se auto estimulan en busca del orgasmo. El onanismo o la masturbación, son pecados contra el divino edicto que nos conmina a “crecer y multiplicaos” En los versos bíblicos a Onán se le castiga por haber profanado el suelo donde su semilla fuera derramada, durante la práctica del coitus interruptus con la viuda de su hermano. Onán , aparentemente, no deseaba procrear con la viuda infecunda, quien de acuerdo con la ley Mosaica debía de ser tomada como su esposa y ser impregnada por él. Pero, había un problema, que cualquier producto de esa unión sería reconocido como hijo del hermano muerto.
Opuesto a la idea, y desafiando los dictámenes de los libros sacros, Onán, pagaría por su rebeldía contra el Señor, con su vida.
Onanismo es quizás la forma más elegante de referirse a la masturbación. Probablemente fue el sentimiento de culpa el factor común para que masturbación y onanismo se transformaran en sinónimos o quizás el suelo o la tierra receptora del semen. La palabra masturbación proviene del latín manus, y stuprare, que quiere decir profanar.



El diario ABC (16-8-2009) publica la siguiente noticia: “Una guía de la junta de Andalucía anima a las mujeres a aprender a masturbarse. Alienta a las neófitas en esta actividad a practicar hasta alcanzar soltura en sus fantasías sexuales. La masturbación ha estado siempre cargada de mentiras o leyendas”, denuncia un cuaderno didáctico de la Consejería de Igualdad de la mujer de la Junta de Andalucía en el que se analiza la sexualidad femenina.
“No tiene ningún problema, no causa enfermedades, no vuelve loca a la que lo hace y no engancha como una droga”, puntualiza el texto, todo un manual de instrucciones en el que anima a sus destinatarias a leer libros eróticos para estimular el deseo y a masturbarse en lugares tranquilos cuando alcancen la soltura necesaria en las fantasías o pensamientos sexuales.
La junta aclara antes que nada que la masturbación es optativa: “las personas que tengan algunas ideas morales que les prohíban su práctica y no deseen la masturbación no tienen por qué hacerlo, sobre todo porque es una actividad que controlamos, como cualquier otra, sin grandes esfuerzos de la voluntad”.
Parece que la Junta a través de los consejos y recomendaciones de su consejera de igualdad pretende volver a los antiguos orígenes del “al Ándalus” pues según la escritora iraquí Salwa al Neimi, autora del best seller erótico “La temperatura de la miel” prohibido en el mundo árabe, al placer se llega tras superar la necesidad y luego la premura del deseo. Con el placer de los sentidos se alcanzarían formas de conocimiento y de perfección espiritual cada vez mayores. Para los sabios árabes, el amor carnal era un camino de perfección en el que el orgasmo suponía el desmayo místico que permitía ascender a un estado de conocimiento superior en el trayecto hacia Dios. Para estos mismos sabios, si te privabas de sexo no te purificabas, al contrario, estabas enfermo mental y físicamente. Entendían la castidad no como pureza, sino como una perversa privación que acarrea enfermedad mental y física.


Hace algunos años Bill Clinton hizo que dimitiera la doctora Jocelyn Elders de su puesto como cirujana general de los Estados Unidos por haber expresado, públicamente, que los actos sexuales solitarios, deberían ser discutidos, con entendimiento y simpatía , en las aulas de todas las escuelas, formando parte integral de la educación sexual de los alumnos. Resulta obvio que Clinton no era la persona más idónea para tomar tal decisión.
El manual del Boy Scoutt editado en los Estados Unidos en el año 1927 y reeditado en 1995 se refiere a quienes se animaban al autoerotismo: “músculos flácidos, espaldas débiles, ojos hundidos y sin brillo, manos húmedas, fallan en la memoria y en la capacidad de pensar” La cultura puritana de los americanos hace estragos.
Observamos, pues, que la Consejería de Igualdad, por medio de su consejera, no sólo no comulga con las ideas americanas, sino que se sitúa en el polo sexual opuesto, siguiendo a los antiguos sabios moros. Sólo le faltaba hacer obligatorio el acto del vicio solitario femenino, parece ser según referencias internas, que durante el periodo de aprendizaje de las neófitas no se llegará al extremo de la obligatoriedad por miedo a que la inexperiencia pudiera causar algún percance no deseado, pero una vez superado el periodo de prácticas iníciales para poder cobrar una prima instaurada como ayuda a los estudios de automasturbación femeninos, unos 450 euros mensuales, se exigirá como mínimo cinco veces al día, como los rezos religiosos de algunas religiones.


La idea inicial de la promoción de la masturbación femenina en principio sólo buscaba la igualdad con el oponente masculino, subir ese 58% hasta el 92% reconocidos, pero después ante la crisis económica y el descontento que se avecina, ordenes de arriba procedentes directamente de secretario general, aconsejado por Pepiño un fanático de internet, se decidió utilizar el evento como amortiguador de previsibles revueltas. Pepiño había leído en una página especializada:
“Onán el Bárbaro, rey de Pajonia, fundó el onanismo una doctrina religiosa creada en el siglo XIIA.C.
Se cuenta que dicho personaje podía hacerse más de 300 pajas al día, gran parte de ellas mentales, lo que no le permitía, por razones de tiempo, regir su imperio como debía. Fue entonces que por consejo de su primer magistrado, Tocaguasca, de origen indio, implementó el culto a la paja, principalmente en las mujeres, pues los varones como el valor al soldado se le supone, eran esclavos del vicio solitario desde siempre. El culto a la paja consistía en pajearse por lo menos 20 veces al día, caso contrario le sería retirado el seguro de desempleo para el resto de su precaria existencia.
De esta forma se mantendría al pueblo agotado y sin ánimos para iniciar ningún tipo de revuelta.”
Además en estos tiempos terribles, de crisis desbocada y paro, el personal tiene que alimentar su cuerpo y alma con algo placentero algo que le haga olvidar penas y fatigas cotidianas. No entramos en la explicación sobre las técnicas más habituales descritas en el manual de la Junta para la promoción libre de la masturbación femenina. Detalles escabrosos más propios de páginas erótico-pornográficas.
No se sabe si la señora consejera de Igualdad defiende, la supuesta o real, superioridad indiscutible del orgasmo clitórico sobre el vaginal, superioridad reivindicada tanto por las sinceramente adictas, en defensa de sus apetitos inequívocamente onanistas y lésbicos, como por las que no quieren dejar de parecerlo.