martes, 12 de enero de 2010

Al César lo que es del César




La esencia filosófica del nacionalismo cuatribarrado es básicamente maravillosa, parte de la primacía de los valores colectivos sobre la interpretación individual del medio, la nación, el territorio, y los sagrados lugares horadados por siglos de historia, trabajo y perseverancia, de un pueblo elegido único e irrepetible en el universo mundo.
Al igual que el Islam, el nacionalismo cuatribarrado tiene componentes místicos y religiosos por los que se intenta persuadir a un grupo de individuos, siempre hay algún rebelde, de que existen unos vínculos que los hacen distintos, superiores, inteligentes y hasta más hermosos que el resto de los mortales. Quien no asuma la pauta, quedara excluido de la comunidad nacional-socialista y a todos los efectos se le considerara un paria que no merece ser incluido en el cómputo de los habitantes de la nación.
Como variante del totalitarismo y del integrismo religioso, el pensamiento único nacionalista simboliza el robusto poder cuatribarrado en la maltrecha sociedad catalana de nuestro tiempo castigada con el paro, los focos cada vez más amplios de indigencia, y desconfianza en el futuro de cualquier ciudadano corriente y moliente.
Los nacionalismos étnico-lingüísticos, como es el caso que nos ocupa, sitúan la identidad en valor supremo, por encima de la libertad, la igualdad y los derechos fundamentales de las personas. Con el lema tan conocido y propio de fuerzas militarizadas, todo por la patria cuatribarrada , tapan cualquier resquicio de disidencia sobre la única verdad revelada.


Todo lo anterior, con ser importante, no debe interferir en el pensamiento objetivo capaz de discernir entre la verdad, y lo conveniente, por cuestiones políticas o de otra naturaleza. En este apartado, según mi modesto punto de vista, cabe situar el origen y la calificación como lengua o dialecto del catalán, hay gente importante, contemporánea e histórica, que considera, o ha considerado en su tiempo, el idioma catalán como un dialecto del provenzal, que a su vez se tiene por muchos como uno de los varios dialectos del idioma occitano. Entre los primeros está el catedrático de escuela técnica Roberto Centeno “La lengua, el catalán, tampoco es un idioma, sino un dialecto del provenzal” y el periodista César Vidal: “El catalán es un dialecto del provenzal mientras que el valenciano y el balear son lenguas romances de raíces previas a la invasión islámica”. El provenzal en la actualidad es hablado por una minoría de la población en el sureste de Francia. Muchas veces el término provenzal es utilizado para referirse a todos los dialectos occitanos hablados en la región de la Provenza.
El occitano toma su nombre del ente geográfico Occitania (Liomusin, Languedoc, la antigua Aquitania y la parte meridional de los Alpes franceses). El occitano es una lengua romance de Europa hablada por unos dos millones de personas y unos diez millones tienen cierta competencia en el idioma, casi todas ellas en el sur de Francia parte en Italia y en el valle de Arán. (Fuente Wikipedia)


Entre los segundos, los históricos, la nomina es abundante, mencionaremos algunos importantes:
Menéndez Pelayo, Gallach, Aguado Bleye, Antoni Badia Margarit, Friedrich Diez y Meyer-Luebke.
Todos ellos, en mayor o menor medida, mencionan el provenzal como fuente de aporte literario o poético al catalán.
Marcelino Menéndez Pelayo (1856-1912): “Hasta muy entrado el siglo XV, en Cataluña los versos se componían en Provenzal”
Gallach (Historia de España 1935): “Toda la producción de los poetas considerados los precursores del catalán: Berenguer de Palol, Gerau de Cabrera, Guillén de Berguedá, Guillem de Cabestany, está escrita en Provenzal”
Pedro Aguado Bleye (1884-1954) (Historia de España) “La poesía erótica de los trovadores provenzales fue imitada en Cataluña en los siglos XIII y XIV”
Antoni Badia i Margarit (1920- ) (catalanista moderado, en su Gramática Histórica Catalana 1952) escribe: “No es el catalán una lengua románica que siempre haya estado entre las lenguas con personalidad propia: todo lo contrario, era considerado como una variedad dialectal de la lengua provenzal, y sólo desde hace relativamente poco, ha merecido la categoría de lengua neolatina independiente”
Friedrich Christian Diez padre de la Romanística europea (1794-1876) (filosofo alemán, autor de estudios sobre literatura provenzal y gramática de las lenguas románicas, diccionario etimológico de las lenguas románicas) describe al catalán como: “El catalán ha sido siempre una mezcla de dialectos provenzales”
Wilhelm Meyer-Lübke suizo discípulo de Diez (1861-1936) en 1890 asignó a la lengua catalana el status de dialecto del provenzal en su Gramática de las lenguas Románicas, donde dice: “En el Este la transición se opera poco a poco con el catalán en el Rosellón. Esta última habla que no es más que un dialecto del provenzal……” (Fuente, web de Teresa Puerto Ferre)


Parece claro que en su inicio y durante bastante tiempo, mucha gente estaba de acuerdo en que el catalán era un dialecto del provenzal. La mala cansò provenzal se considera fuente del “Maldit” catalán, canciones catalanas del siglo XV, término por el que se denomina normalmente el género occitano-catalán que abarcaba sobre todo los poemas de vilipendios contra mujeres, después se ha ampliado a otros temas como por ejemplo en la canción de Albert Plá “Maldita ciudad”.
Versión oficial cuatribarrada:
Se considera que el catalán hablado aparece entre los siglos VIII y IX. Los primeros textos escritos en catalán que están documentados datan del siglo XII son el “Liber Iudiciorum” , traducción al catalán de un código de leyes visigodas, y las “Homilies d`Organyà”, primer texto escrito directamente en catalán, en el que se comentan algunos pasajes de los Evangelios. El idioma catalán fue la lengua de la Corona catalano-aragonesa, potencia mediterránea en constante expansión durante la Edad Media. Entre los siglos XIII y XV fue llevada a las Islas Baleares y a Valencia, Cerdeña, Sicilia, Nápoles y Grecia. La producción literaria culta en catalán sufrió una decadencia desde el siglo XVI hasta el XVIII aunque nunca se dejó de hablar. A partir del siglo XIX se inicia una nueva etapa de esplendor literario y normalización que dará paso a la fijación de las normas de esta lengua durante el siglo XX.
En 1861 Manuel Milà i Fontanals, estableció la división dialectal del catalán en dos grandes zonas, occidental y oriental, basándose en criterios fonéticos principalmente. El catalán oriental agrupa cuatro dialectos: rosellonés, central, balear, alguerés y sus correspondientes subdialectos. El catalán occidental se subdivide en catalán norte-occidental y valenciano.
En la Comunidad Valenciana, por razones políticas, el catalán se denomina valenciano o lengua valenciana de forma oficial.
(Las versiones de los patriotas cuatribarrados sobre cualquier aspecto que afecte a la nostra nació, lengua, hechos históricos, descubrimientos, cultura …..etc. siempre hay que analizarlos con mucha reserva y meterlos suficiente tiempo en el congelador, para enfriar el fanatismo unidireccional que los impregna hasta en sus partículas aparentemente inocuas. En el contexto de la nostra llengua nadie de la tribu levantaría un dedo si el salvador de turno de la secta se le ocurriera argumentar que el latín es un dialecto del catalán)


La dialectología, o estudio de los dialectos por los llamados dialectólogos, muchas veces no se pone de acuerdo para fijar la frontera entre lengua y dialecto. Se hacen definiciones más o menos complejas, simplificadas o no, de lo que se entiende por dialecto, utilizando el termino regional con alta frecuencia: “Variedad regional de una lengua”, “Cualquiera de las variedades de un idioma, con accidentes propios, y más comúnmente las que se usan en determinadas regiones de una nación, a diferencia de la lengua general y literaria”.
La Real Academia Española hace tres definiciones de dialecto:
1) “Sistema lingüístico considerado con relación al grupo de los varios derivados de un tronco común”. Según esta definición, el español, el francés, el italiano……. Y todos los idiomas derivados del latín son dialectos del mismo.
2) “Sistema lingüístico derivado de otro, normalmente con una concreta limitación geográfica pero sin diferenciación suficiente frente a otros de origen común”.
3) “Estructura lingüística, simultanea a otra, que no alcanza la categoría social de lengua”.
Parece claro que ninguna de tales definiciones, salvo la (1) que sólo reconoce como idioma al tronco, justifica que el catalán sea un dialecto sino todo lo contrario una lengua con entidad propia reconocida.
Al César lo que es del César aunque éste sea cuatribarrado.


Albert Plá “Maldita ciudad”

Nunca acaba esta noche, nunca acaba
ya pasa poca gente por la calle
todos duermen malditos descansan
y esta noche nunca se acaba.

Todo parece tranquilo y en paz
las penas diarias fueron arrojadas
como la ropa vieja y usada
y esta noche nunca acaba.

Sólo yo voy sin rumbo en la calle
piso la ciudad, la insulto y la escupo
pero ese saber que nadie te espera
hace enemiga la calle desierta.

Y hace tan siniestra esa calle poblada
por eso mis pies, por eso mis pies,
por eso mis pies pisan tu espalda
maldita ciudad, maldita ciudad
maldita ciudad, maldita ciudad.

Sólo yo voy sin rumbo en la calle
pero los bares ya ni me saludan
las ventanas me cierran sus ojos.

Miro la cartelera del cine
no echan nada esta noche
esta noche nunca se acaba.

Ojalá que llegara
el fin del mundo esta noche
y esta noche no acaba, nunca acaba
maldita ciudad, maldita ciudad
maldita ciudad, maldita ciudad.